martes, 9 de diciembre de 2008

Bolinga

Me encontré con unos amiguetes allá por los años cuarenta antes de Cristo, y venga que si nos vamos a tomar unas jarras, bueno vale de acuerdo, y en esto que pedimos las jarras,los botijos y las tapas, y cuando voy a darle el segundo trago a mi jarra,un tipo de bigote me pone otra delante.

Yo no sé qué carajo estaba haciendo, estaba hablando con nosequién muy animadamente, y se ve que me había retrasado del ritmo de los demás, que habían pedido la segunda ronda sin consultar. Así que me veo con una jarra semi-empezada y otra entera, esperándome, perdiendo el gas a marchas aceleradas.

"Bueno, vale"- me digo- "Pues el caso es que habrá que darle unos tragos a ver si nos ponemos al día". Así que le doy un viaje sin demasiadas ganas a la jarra número uno, y cuando me dispongo a colocarlo en la barra choca con una tercera jarra que me acaban de poner, congelada y jugosa.
Levanto la vista un poco alucinado ya, y veo cómo los susodichos amiguetes no sólo se han bebido dos jarras cada uno, sino que acaban de consumir la tercera y ya están pidiendo una cuarta ronda, en la que por supuesto me incluyen.

-"¡Oye, oye, que no, que yo voy por la pri...!"
-"¿Cómo?"- dice uno de ellos mientras con una mano me tiende la cuarta, con otra se bebe su jarra de un trago, y con extraños gestos de los pocos músculos que no tiene ocupados se las apaña para pedir la sexta y, de paso, la séptima ronda, en las que también estoy incluido.
-"Que te digo que..." Pero no puedo acabar la frase, concentrado como estoy en transportar jarras y más jarras, ya que apenas me da tiempo a colocarlas siquiera en la mesa.
Uno de los amigos se da cuenta de los apuros que estoy pasando y se encarga altruistamente de ir entregándome las jarras, ya que a él sí le da tiempo a recogerlas e incluso beberse las suyas. Yo ya paso de todo, me siento y me centro de forma púramente lúdica en mi primera jarra, todavía por la mitad, muy fría aún.

Es así como contemplo a mis amigos hincharse más y más. Los músculos de sus brazos comienzan a colgar. Sus barrigas cerveceras crecen y crecen, y algunos ya tocan el suelo con ella. Cada vez queda menos aire en el bar, la atmósfera se vuelve asfixiante. Mis amigos comienzan a alejarse unos de otros y no es que hayan discutido, es que no caben ya. Continúan charlando pero a gritos, debido a la distancia.
Poco a poco, el resto de la espantada clientela abandona el local por razones de peso. Ya sólo quedamos mis amigos, el camarero y yo, por no hablar de las 269 jarras que llevo de retraso, que queráis que no también ocupan su espacio.

Comprendo de pronto que mis amigos van a hacer explosión de un momento a otro.
No voy a poder salir del bar. Además voy a tener que pedir un crédito para pagar las cervezas. Trato de gritar pero nadie me oye, así que le doy un último trago a mi primera jarra y me escurro hasta el suelo, reptando hacia la puerta.
Consigo salir milagrosamente de aquel lugar en el mismo momento en que revienta, y salgo volando con la onda expansiva justo en dirección a mi casa, cayendo en la cama y despertándome automáticamente. Pero no tengo muy claro aún si lo he soñado o ha sido realidad, y en cuanto se me ha pasado la resaca me he acercado por aquí para ver si el garito seguía aún en pie, así que ponme un chinchón y lo apuntas a mi cuenta.
Mientras tanto, esparcidos por el suelo, los miembros amputados de mis amigos se pelean a guarrazo limpio porque todos quieren pagar la cuenta.

Bebo litracos, litronas, galimbas cuarenta onzas.Bebo rubias y negras en pintas o también en copas.Bebo y trago, minis, cachis, quintos, tercios, bebo a morro latas de treinta y cincuenta CL, bebo de todo,jarras de medio dependiendo del sitio, bebo medianas en bares de barrio, cañas con gas las llaman claras,bebo cubos, botijos, pozales, cubos, chupitos,arranques, tapones, tubitos, penaltis, todo eso me cabe,me gusta el pirriaque, el alpiste, el drinking, bebercio,soy fan del cacique de habana y ron pampero, siempre hasta el tercer hielo,un buen lingotazo, chorrazo,soy rey de cantinas, de fondas, de tascas, de bares,de pubes, de clubes, soy el rey del chiringo al lado de mares,este vaso de cristal o plástico, cubata o pelotazolo bebo a sorbos o de trago, ¿que hago?Despues eructos regoldos alerta vienen japos, pollos, lapos, esputos, gargajos cuida tus zapatos.Tengo arcadas, nauseas, toma vomitada, potada,rabas de calamar, nadar en turbia agua templada,Se me cae la baba, la moca y el alma,vaya castaña pilonga que lleva el de barbas,borracho, bolingas, beodo, va zorro como un piojo,es una esponja, va ciego,cebollazos, mierdas, toñas, melopeas,me bebo todas las copas de tu baraja.Al dia siguiente resaca, taquicardias, angustias, mareos,diarreas, cagueras,es como por el culo un meo,Tal como te bebes el chisme en el Kike's,igual pero por detrás en caliente lo expulsas por el orificio
Aprende a beber desgraciado, te pones pesado,Yo soy igual sobrio que tomado o mamado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres igual sobrio que cocido con la salvedad de la baba pendulona. Muy bueno lo de la tormenta de jarras, pero si haces un remake podrías hacer algun comentario del camarero que pone tantas jarras que desde luego no sería Kike que va camino de los 60...snif...

Zhukovsky dijo...

En medio de la tormenta solo había una salida y no alcanzo a comprender como no la viste. ¡Galopa maldito!

Anónimo dijo...

Pero hombre... Los galopes: diez segundos de euforia (galopa! galopa! galopa!), 80 cents de ganancias (dobla! dobla! dobla!)y al final nada. Pues menuda solución. Lo que tendrías que haber hecho hace tiempo es matar a Ángel. El chino, no el gitano.